viernes, 17 de julio de 2009

Comunicadores Católicos - Jornadas de solidaridad

Un hogar de mamás adolescentes fue la primera institución que recibió donaciones

Se trata del ‘Hogar María de Nazareth – Laura Vicuña’. Las madres adolescentes recibieron numerosas ropas que fueron donadas por la gente en el marco de las jornadas de solidaridad propuestas por comunicadores católicos de la Arquidiócesis.

Luego de una campaña que se extendió por más de dos semanas, las donaciones de los correntinos comenzaron a llegar a destino.
Es que las jornadas de solidaridad, propuestas por los comunicadores católicos de la Arquidiócesis de Corrientes, se empezaron a concretar cuando éstos visitaron el ‘Hogar María de Nazareth – Laura Vicuña’. Fue la primera institución que recibió numerosas ropas gracias a la donación de la gente. La visita se concretó el domingo 12 de julio, en horas de la tarde.
Los comunicadores católicos señalaron que brevemente visitarán otras instituciones que también tienen otras necesidades. El lema de esta campaña fue: “Compartir nos hace bien”.
Un total de ocho niñas que viven en el hogar, junto a sus orientadoras, se mostraron felices con la visita. Ellas recibieron no solamente ropas, sino también, y lo más importante, el afecto que le brindó la visita en ese poco tiempo compartido.

El hogar
En el ‘Hogar María de Nazareth – Laura Vicuña’ se encuentran viviendo jóvenes adolescentes sin hijos y otras con hijos. Es que hace poco tiempo (en el mes de mayo de este año), se fusionaron las dos casas (‘María de Nazareth – Laura Vicuña’).
La convivencia –según señalaron las orientadoras- es muy buena. “Los problemas que surgen aquí son los mismos que existen en otros hogares”, señaló una de las orientadoras.
Las historias de vida de cada niña, en verdad, son difíciles, pero el cariño de la gente que lo acompaña, y este tipo de gestos de solidaridad, a ellas les ayuda mucho para salir adelante con sus problemas.
La vida en el hogar es como cualquier otro: Ellas cocinan, hacen las compras, se organizan en las tareas de la casa, comparten sus vidas y también, por que no, sus vivencias y sueños.
El promedio de edad que vive en la casa es de 12 a 21 años aproximadamente. Algunas de ellas se encuentran en situación judicial.
Cabe señalar que este hogar se encuentra a cargo la Dirección de Minoridad y Familia. Esta institución las contiene con: psicólogos, médicos, asistentes sociales, orientadores, etc.

Necesidades comunes
A poco de concluir la visita de los comunicadores católicos, algunas de ellas comenzaron a expresarse y, también, a poner de manifiesto sus necesidades.
Si bien ellas se mostraron ‘cómodas’ viviendo en la casa, hay cosas que hacen falta, como en cualquier hogar. Una de ellas es por ejemplo la posibilidad de tener circuito cerrado de televisión. “Nosotras estamos bien aquí, pero hay momentos que nos aburrimos, entonces nos gustaría tener una variedad de programas para ver”, indicó una joven.
Otro tema fue el de contar con una computadora para poder trabajar con ella. En el hogar manifestaron que existe una pero que no se encuentra en condiciones.
Pero más allá de estas necesidades que cualquier joven puede reclamar, su hogar se encuentra en buenas condiciones, teniendo en cuenta que los comunicadores católicos tuvieron la oportunidad de recorrer las instalaciones.
Quizás una de las cosas que sí es necesario hacer algo, y que se observó en el ingreso al hogar, es el mini-basural que se encuentra en la esquina de Gutiérrez y Centeno, en el barrio Juan XXIII. El foco de infección es sumamente peligroso, no sólo para las chicas del hogar, sino también para los vecinos de ese sector.
El primer objetivo que se propusieron los comunicadores católicos fue cumplido con creces. Ahora se viene un gesto similar con otras instituciones. Las donaciones de la gente están llegando a destino. El aporte es pequeño, pero el gozo que uno experimenta al dar no tiene medida.

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